Por fin se han acabado los excesos gastronómicos de la Navidad. Porque por mucho que cada año hagamos el propósito de enmienda de no pasarnos de la raya, lo cierto es que en estas fechas siempre terminamos comiendo y bebiendo de más dentro de esa espiral de comidas, cenas, vermouths y encuentros que siempre giran en torno a una mesa.
Hemos dejado atrás las ingestas de platos hipercalóricos y también las ingestas de alcohol. Ahora, toca someter el cuerpo a un proceso détox para que recupere el equilibrio. Y en estos momentos en los que se pretende desintoxicar el cuerpo y perder los típicos kilitos que siempre se cogen durante estos días es cuando el ayuno intermitente cobra más fuerza que nunca.
Seguro que has oído hablar de esta práctica en numerosas ocasiones, e incluso puede que lo hayas probado en alguna ocasión. Pero ¿es bueno someter al cuerpo a esta intermitencia de comidas? Hoy reflexionamos un poco sobre esa cuestión tan de moda en los últimos años.
¿Qué es el ayuno intermitente?
El ayuno intermitente es un patrón alimenticio que alterna períodos de ayuno con periodos de alimentación ordinaria. Aunque ha ganado popularidad en los últimos años, es importante destacar que sus efectos pueden variar según la persona y que se necesita más investigación para comprender completamente sus beneficios y sus posibles riesgos a largo plazo.
Lo primero que debes saber es que existen varias fórmulas para realizar el ayuno intermitente. Algunas de los más comunes son estas:
1.- Ayuno 16/8: También es conocido como el método Leangains. Implica ayunar durante 16 horas al día y comer todas las comidas habituales, que deben ser saludables y equilibradas, dentro de una ventana de 8 horas.
2.- Ayuno 12/12: En esta alternativa, las horas de ayuno y las de alimentación se equiparan. Lo ideal para llevarlo a la práctica sería cenar temprano y retrasar el desayuno para que se cumplan siempre esas doce horas de ayuno (de 8 de la tarde a 8 de la mañana, por ejemplo).
3.- Ayuno en días alternos: Involucra alternar días de ayuno completo con días de comer con normalidad. La opción de alternancia total, es decir, un día de ayuno seguido de otro de ingesta normal es menos practicada por tratarse de una práctica más radical. Es más frecuente practicarlo una o dos veces por semana, es decir, realizar un día o dos de ayuno completo a la semana y comer con normalidad los días restantes. Como te decíamos, practicarlo un día sí y otro no podría resultar excesivo y provocar una carencia de nutrientes.
3.- Ayuno 5/2: Implica comer normalmente durante cinco días a la semana y reducir la ingesta calórica a aproximadamente 500-600 calorías en los dos días de ayuno.
¿Es bueno practicar el ayuno intermitente para perder peso?
Pues parece demostrado que uno de los beneficios del ayuno intermitente es que ayuda a perder peso al mejorar la sensibilidad a la insulina y acelerar el metabolismo. También reduce la inflamación y mejora la salud cardiovascular.
Sin embargo, estos beneficios deben cogerse con pinzas porque no siempre los experimentan todas las personas que deciden probar esta práctica. De ahí que sea fundamental consultar con un profesional especializado en dieta y nutrición que valore qué tipo de alimentación te conviene si quieres bajar unos kilos y limpiar tu organismo de los excesos de la Navidad.
Es esencial recordar que el éxito del ayuno intermitente depende de varios factores, como la consistencia, la elección de alimentos nutritivos durante los períodos de alimentación y la adaptación al estilo de vida individual.
Por eso, nuestro consejo será siempre que, antes de iniciar cualquier cambio en tu alimentación, vengas a vernos. El equipo de nutrición de Palmamédica puede asesorarte y establecer unas prácticas que resulten efectivas y, sobre todo, seguras y saludables. Para nosotras siempre es más aconsejable seguir una dieta con la supervisión de un profesional que realizar un ayuno intermitente de manera totalmente arbitraria, por libre y sin conocimiento.
